El compromiso del 4 de febrero
El 4 Febrero es un hecho histórico sin precedentes en Colombia porque nos ha permitido superar la barrera del miedo, despertar del letargo de la indiferencia y nos ha unido para ser capaces de asumir nuestra responsabilidad, bajo la única bandera que debemos enarbolar la de Colombia.
No solo dimos el primer paso en la construcción de Colombia sin FARC, sino que elevamos nuestros estándares éticos e hicimos público el compromiso de ser parte activa de nuestro Estado, el Estado colombiano.
Artículo 1º de la Constitución Política de Colombia
“Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”
Cada una y cada uno de nosotros es parte de este Estado y el 4 Febrero reiteramos públicamente que somos sujetos de derechos y de deberes. Salimos a las calles de Colombia y del mundo para que a nadie le quedara duda de quienes somos y para decirle al mundo entero que las Farc no son el ejército del pueblo y que no nos representan; que no permitimos que en ningún lugar del mundo sean nuestros voceros y que como hombres y mujeres somos representantes y voceros de nuestro Estado, de Colombia.
Este no solo es el primer paso para la construcción de Colombia sin Farc, es el primer paso para la construcción de Colombia sin grupos armados ilegales. Como coordinadores de la movilización mundial del 4 Febrero reiteramos que reconocemos y rechazamos la existencia de otros grupos armados y de diferentes formas de violencia; pero igualmente reconocemos la necesidad de focalizarnos, de aunar esfuerzos en pro de un primer objetivo, en el cual estamos llamados a ser partícipes: Colombia sin Farc.
Ahora, cuando se hace un llamado para rendir un Homenaje a las victimas de la violencia, expresamos que como sociedad colombiana estamos llamados a realizarlo desde el corazón. Porque Colombia Soy Yo: cada una y cada uno de nosotros; tenemos que hacer un primer acto de reconciliación en nuestro interior, porque en nuestro día a día hemos sido responsables de nuestra indiferencia, de nuestra falta de respeto y tolerancia con las diferencias y de nuestra poca disposición para llegar al consenso y trabajar unidas y unidos.
No debemos ser cómplices del uso de las armas de parte de los grupos ilegales ni permitir el abuso de quienes como garantes de nuestra seguridad deben portarlas. Las acciones ciudadanas no deben convertirse en bandera de ningún partido político, ni en acciones a favor ni en contra de un gobierno. Como colombianas y colombianos tenemos en nuestras manos la decisión, por los medios participativos y democráticos, por las acciones de consenso y de movilización civil de hacer respetar nuestro Estado; de proteger nuestros derechos, pero también de hacer efectivos nuestros deberes.
Como ciudadanos participaremos en un homenaje, desde el corazón, en solidaridad con las victimas de la violencia, sin distingos de ninguna clase; sin reparar en el tipo de víctima, por su edad, sexo o condición social, ni en el tipo de victimario o la organización criminal a la que esté vinculado.
Hagamos un acto simbólico, en silencio, donde acompañemos a todas y cada una de las victimas de la violencia en el país y donde, en un acto de perdón, reconozcamos que no hemos sido lo suficientemente activos como ciudadanos, pero donde a la vez este acto nos permita conectar nuestro corazones con el compromiso de ser constructores de Colombia sin Farc, de Colombia sin grupos armados ilegales.
El segundo paso para construir a Colombia sin Farc, a Colombia sin grupos armados ilegales:
Levantar la reserva del Artículo 124 de la Corte Penal Internacional
El 4 Febrero Colombia se autoconvocó para elevar sus estándares morales y declarar como no tolerables los pretextos de injusticia social, de pobreza o de inseguridad para mantener organizaciones armadas al margen de la ley que no solucionan ningún problema sino que los agravan.
De esta manera nos pusimos a tono con el concierto de las naciones civilizadas y sus instrumentos de derecho internacional.
Por lo anterior, como coordinadores del 4 Febrero, sustentados en la masiva manifestación ciudadana contra las FARC, siendo el día en el que el pueblo se le sublevó a los violentos y en el que la voluntad popular determinó que esta Nación no puede ser tierra fértil para la impunidad, estamos pidiendo públicamente, una reunión al Presidente de la República para solicitarle, en su calidad de Jefe de Estado, que levante la reserva del artículo 124 del Estatuto que creó la Corte Penal Internacional con el fin de que entre en vigencia inmediatamente todo su articulado, y de esta manera sean susceptibles de ser perseguidos por la jurisdicción penal mundial los crímenes de guerra que se cometan en Colombia.
Toda la solidaridad con las víctimas. Ninguna organización armada ilegalmente representa al pueblo.
Colombia no se dejará dividir por los violentos, unida seguirá diciendo:
No más Farc.
No más Eln.
No más autodefensas ilegales.
El 4 Febrero es un hecho histórico sin precedentes en Colombia porque nos ha permitido superar la barrera del miedo, despertar del letargo de la indiferencia y nos ha unido para ser capaces de asumir nuestra responsabilidad, bajo la única bandera que debemos enarbolar la de Colombia.
No solo dimos el primer paso en la construcción de Colombia sin FARC, sino que elevamos nuestros estándares éticos e hicimos público el compromiso de ser parte activa de nuestro Estado, el Estado colombiano.
Artículo 1º de la Constitución Política de Colombia
“Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general”
Cada una y cada uno de nosotros es parte de este Estado y el 4 Febrero reiteramos públicamente que somos sujetos de derechos y de deberes. Salimos a las calles de Colombia y del mundo para que a nadie le quedara duda de quienes somos y para decirle al mundo entero que las Farc no son el ejército del pueblo y que no nos representan; que no permitimos que en ningún lugar del mundo sean nuestros voceros y que como hombres y mujeres somos representantes y voceros de nuestro Estado, de Colombia.
Este no solo es el primer paso para la construcción de Colombia sin Farc, es el primer paso para la construcción de Colombia sin grupos armados ilegales. Como coordinadores de la movilización mundial del 4 Febrero reiteramos que reconocemos y rechazamos la existencia de otros grupos armados y de diferentes formas de violencia; pero igualmente reconocemos la necesidad de focalizarnos, de aunar esfuerzos en pro de un primer objetivo, en el cual estamos llamados a ser partícipes: Colombia sin Farc.
Ahora, cuando se hace un llamado para rendir un Homenaje a las victimas de la violencia, expresamos que como sociedad colombiana estamos llamados a realizarlo desde el corazón. Porque Colombia Soy Yo: cada una y cada uno de nosotros; tenemos que hacer un primer acto de reconciliación en nuestro interior, porque en nuestro día a día hemos sido responsables de nuestra indiferencia, de nuestra falta de respeto y tolerancia con las diferencias y de nuestra poca disposición para llegar al consenso y trabajar unidas y unidos.
No debemos ser cómplices del uso de las armas de parte de los grupos ilegales ni permitir el abuso de quienes como garantes de nuestra seguridad deben portarlas. Las acciones ciudadanas no deben convertirse en bandera de ningún partido político, ni en acciones a favor ni en contra de un gobierno. Como colombianas y colombianos tenemos en nuestras manos la decisión, por los medios participativos y democráticos, por las acciones de consenso y de movilización civil de hacer respetar nuestro Estado; de proteger nuestros derechos, pero también de hacer efectivos nuestros deberes.
Como ciudadanos participaremos en un homenaje, desde el corazón, en solidaridad con las victimas de la violencia, sin distingos de ninguna clase; sin reparar en el tipo de víctima, por su edad, sexo o condición social, ni en el tipo de victimario o la organización criminal a la que esté vinculado.
Hagamos un acto simbólico, en silencio, donde acompañemos a todas y cada una de las victimas de la violencia en el país y donde, en un acto de perdón, reconozcamos que no hemos sido lo suficientemente activos como ciudadanos, pero donde a la vez este acto nos permita conectar nuestro corazones con el compromiso de ser constructores de Colombia sin Farc, de Colombia sin grupos armados ilegales.
El segundo paso para construir a Colombia sin Farc, a Colombia sin grupos armados ilegales:
Levantar la reserva del Artículo 124 de la Corte Penal Internacional
El 4 Febrero Colombia se autoconvocó para elevar sus estándares morales y declarar como no tolerables los pretextos de injusticia social, de pobreza o de inseguridad para mantener organizaciones armadas al margen de la ley que no solucionan ningún problema sino que los agravan.
De esta manera nos pusimos a tono con el concierto de las naciones civilizadas y sus instrumentos de derecho internacional.
Por lo anterior, como coordinadores del 4 Febrero, sustentados en la masiva manifestación ciudadana contra las FARC, siendo el día en el que el pueblo se le sublevó a los violentos y en el que la voluntad popular determinó que esta Nación no puede ser tierra fértil para la impunidad, estamos pidiendo públicamente, una reunión al Presidente de la República para solicitarle, en su calidad de Jefe de Estado, que levante la reserva del artículo 124 del Estatuto que creó la Corte Penal Internacional con el fin de que entre en vigencia inmediatamente todo su articulado, y de esta manera sean susceptibles de ser perseguidos por la jurisdicción penal mundial los crímenes de guerra que se cometan en Colombia.
Toda la solidaridad con las víctimas. Ninguna organización armada ilegalmente representa al pueblo.
Colombia no se dejará dividir por los violentos, unida seguirá diciendo:
No más Farc.
No más Eln.
No más autodefensas ilegales.
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